Soy viajero de ninguna parte,
no tengo más patria
que el suelo que sostiene mis pasos,
ni dirección que no pueda cambiar
con la brisa otoñal que arrastra las hojas.
Sólo tengo unos pocos sueños mal contados,
los que me caben en un bolsillo,
sólo puedo ofrecerte el otro,
para que guardes los tuyos
si te pesan demasiado,
también mi mano, ahora, si me acompañas,
pues lo demás, pasado y futuro, no existe, es nada,
y lo que no existe, no importa.
miércoles, 24 de septiembre de 2008
El viajero de ninguna parte
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